Cozumel 2016 – Los Buzos no piden permiso

Parte 1:  Amor a la mexicana..

cozumel_2016-“… hola Lito cómo estás… llegaste…”
-“… Mono queriiidooo… siii, todo bien, imaginate, contento que Marina pudo
venir también…”

-“… siii… que bueno… nosotros con la Güesito muy entusiasmados también…
ella un poco preocupada porque era la primera vez que se subía a un avión.

Pero como yo la contenía con mi sensual, sensitivo y flexible trato, se adecuó
y comportó como un verdadero soldado… tenía un poquito los ojos como
desorbitados, algo así como excedida de saltos de rana, pero se la bancó calladita…”

-“… bien Mono, bien. Nosotros como siempre con Marina viajamos de diez, ni
un sí ni un no… dormimos todo el viaje.”
-“… y si, es la ventaja de conocerse de tanto tiempo… es al pedo… pero la
Güesito dentro de todo no ofrece mucha resistencia, es una mina muy
positiva, ella es todo si…”
-“… qué bueno!!! La vamos a pasar bárbaro en este paradisíaco lugar
caribeño. La verdad, somos unos privilegiados…”
-“… si Lito, pensaba lo mismo… que bien estaremos aquí… con esta playa,
este mar… que bien estos mejicanos como están evolucionando… ¿viste en la
carretera todos los anuncios que había del auto que inventaron acá, ese de
arena…?”
-“… ¿auto de arena? No sé de qué hablás Mono…”
-“… si, del auto de arena… ese como se llama… ah sí, el Playacar…”
-“… Dios mío… pobre Alejandra, que viaje tendrá con un guía como vos…”
-“… naaaaa… la Güesito es de fierro… che Lito y los demás…?”
-“… ¿qué de más… Los de más qué?”
-“… Lito, los demás… la gente… los que vinieron a bucear…”
-“… uhhhh… cierto…!!! Esteeee… bueno ya los juntaremos… pero que no se
entere Marina, porque la traje diciendo que era un viajecito tipo Luna de
Miel… ni sospecha de los buzos…”
-“… ok Lito… seguro no se dará cuenta…”

De pronto planeando en tirabuzón desciende un parapente con calcomanías
de varios países… casi rozando el techo del bar junto a la playa, cae una valija
floreada que rebota en una pareja de viejitos, que de la manito habían
pedido su ahora “última Piña Colada”. La maricomaleta rodó hasta quedar
junto a una reposera donde Juan Legna se había instalado para escribir mails
de puteadas por los Transfers. Al toque nomás, tras el florido meteorito, cayó
el paracaidista rodando como tronquito enmarañándose en los vientos y la
tela para quedar (tipo Oaky) paradito mirando al sudeste.

-“… llegaste…” exclamó Juan con evidente falso entusiasmo…
El “bólido” (1) recién caído lo miró, volvió a su sudeste, lo volvió a mirar, y
dijo:
-“… ¿no viste mi Pasaporte?”
-”… no Nico, ¿cómo voy a saber? si recién llegaste…”
-“… es que hace tres días estoy viajando y no recuerdo las aduanas donde
pude haberlo dejado… porque vine en un vuelo económico que salió de Salta
hacia Brasilia, de ahí volvió a Salta porque había olvidado despachar la valija.
Despegó entonces de nuevo pero (como los de Brasilia ya habían subido)
para San Pedro de Sula, como estaba cerca, cruzamos a Roatán donde había
dejado el año pasado el Brevet… despegando nuevamente para…”
-“… pero Nico… saliste antes que nosotros…”
-“… si… y vuelvo como dos días más tarde…”
-“… ¿ y tu mujer no te dice nada?” preguntó Juan por compromiso…
Miró Nico una vez más al sudeste… y volviendo… con casi entrañables casi
lágrimas casi rodando en sus casi sonrojadas mejillas… balbuceó…
-“… Ella me sacó los pasajes…”

En el restaurante mientras tanto iba cayendo la gente al baile… o por lo
menos aparecían, comían y se retiraban hacia la playa, las habitaciones u
otros senderos desconocidos. Todos… menos Augusto y Luis, que vieron
desfilar a todo el contingente buceador sin levantar respectivos culos de las
cansinas y calentitas sillas, amortizando lo pagado y haciendo sentir cierta
amenaza al presupuesto del All Inclusive.

Personajes más, personalidades menos, el hotel se fue cubriendo de esa
escuadra de guerreros acuáticos que desde lejos vienen para desafiar el
húmedo y desconocido ámbito de los seres silenciosos (menos el bolazo ese
del Pez Sapo)

Por fin se podrá demostrar en las profundidades el furioso y exigente
entrenamiento y preparación. De una vez por toda la destreza intrínseca y la
intrinmojada dará cuenta de la sapiencia física y de la templanza nitrógena a
los espacios marinos.

Mañana. Mañana será el momento.

Mientras tanto todos siguen comiendo y chupando como si nada.

Continuará…

(1) Masa mineral en ignición procedente de la disgregación de los asteroides o de la fragmentación de algún cometa, que atraviesa rápidamente la atmósfera y suele estallar en pedazos de modo que provoca la caída de aerolitos o fragmentos.

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